lunes, 4 de abril de 2011


alimentación
Una alimentación balanceada es signo de fortaleza y de orden. Los problemas alimenticios se deben a la falta de un horario para ingerir los alimentos y la falta del conocimiento en materia de alimentación. Los problemas de alimentación provocan sobrepeso, cansancio, enfermedades. Incluso pueden ser más graves en el hombre que en las mujeres debido a nuestra cultura en donde al hombre no se le reprocha su aspecto físico en en mismo grado que a la mujer. Debemos preguntarnos porque la mortalidad en los hombres es de diez años más jovenes que en las mujeres.
Ejercicio
El ejercicio es una actividad que se deja siempre de lado, sólo nos importa la diversión, no el ejercicio como actividad que nos puede mantener en buena forma. Pasamos el tiempo quejandonos de dolores diversos, la espalda, la cabeza, o en el mejor de los casos, un cansancio de todo el día. Una rutina de ejercicio de 15 a 20 minutos diarios nos puede cambiar el ánimo y la sensación de nuestro entorno. Podemos sentirnos bien con nosotros mismos si nos comprometemos a mantener nuestro cuerpo en forma. Haríamos lo que fuera por conquistar a la mujer de nuestros sueños, por protejer a nuestra madre, ¿porque no podemos hacer algo por nosotros mismos.

Meditación

La meditación es una de las mejores vias de encontrar nuestro interior. Es una actividad espiritual en donde la fuerza radica en nosotros mismos. Relajar nuestro cuerpo, sentir su peso, el espacio que ocupa cada parte de nuestro físico, cada uno de nuestros órganos internos. La meditación puede llevarnos a un ambiente nuevo que sólo nosotros conocemos porque es nuestro interior profundo.
Estos tres elementos me permitieron comenzar a recuperar mi persona, verme como me gustaría que me viera mi pareja, tratarme como me gustaría que me trataran los demás. Cuidarme como quisiera cuidarme mi madre. Escucharme como quisiera escuchar a mi padre.

Cuidar el Cuerpo

Cuidar el cuerpo no debe ser un problema o una preocupación, debemos encontrar todos los días momentos para cuidarlo y mimarlo con amor y dedicación.












Dieta sana para cuidar el cuerpo

Para hacer una dieta sana es conveniente eliminar la proteína animal y substituirla por soja, legumbres, seitán o tofu. La carne no sólo lleva toxinas, sino que tarda unas 72 horas en ser digerida, lo que supone un desgaste para el sistema inmunológico, ya que parte de la energía que necesita se destina a la digestión. Por lo tanto, es conveniente tomar alimentos de digestión rápida. También es recomendable comer productos biológicos, 100% naturales, que cuidan de nuestra salud y de nuestro medioambiente.
Y recuerda: hay que comer para vivir y no vivir para comer.
Prueba de hacer ayuno de vez en cuando, para limpiar y ajustar las funciones bioquímicas. Las opciones son múltiples: puedes tomar sólo fruta un día a la semana o hacer monodieta de arroz con soja o de caldo o sirope de salvia. Pero si desconoces el tema, pide consejo a un especialista antes de empezar.

Ejercicio para cuidar el cuerpo

Si la Naturaleza nos hubiera diseñado para estar siempre sentados, habríamos nacido con una silla incorporada, pero no es este el caso. Se nos ha dotado de un cuerpo lleno de articulaciones, tendones y músculos, destinado a ser movido cada día.
Una gran forma de mantenernos bien es practicando yoga, tai-chi o chi-kung, por ejemplo.
El yoga nos mantiene flexibles, a la vez que estimula las glándulas endocrinas (las guardianas de la salud) y masajea los órganos internos, mediante la realización de unas posturas, que pueden ir acompañadas de movimiento, diferentes tipos de respiraciones y mantras (sonidos) ¡Si quieres mantenerte joven, no hay nada mejor!
También es muy saludable hacer natación regularmente o andar, que es el tipo de ejercicio más fácil y económico que puedes realizar. Sabemos que andar alarga la vida y vale la pena forzarnos a hacerlo diariamente. Para aquellos con problemas de tiempo, se puede aprovechar esta hora para meditar: repite mentalmente el mantra Sat cuando des un paso con el pie izquierdo y Nam con el derecho. (Sat Nam: la verdadera identidad)

Reduce el estrés

El estrés entendido como la reacción de lucha o huida en un momento puntual es sano y necesario. El problema viene cuando este momento puntual se convierte en algo crónico, ya que la sustancia segregada en estos casos, el cortisol, es tóxica en grandes cantidades. Es un ácido que se come el cerebro y que con el tiempo puede desembocar en problemas cognitivos y otros tipos de enfermedades. Pero no te preocupes, todo tiene solución y el cuerpo se puede regenerar. Lo mejor para combatir esta situación es simplificar nuestra vida e incorporar a nuestra rutina la meditación, los mantras, la respiración consciente y la relajación. Deshacerse del estrés y sanar nuestro cuerpo es muy fácil y sólo requiere un poco de disciplina. ¡Hazlo!


¿Qué entendemos por cuidado del cuerpo?

Por cuidado del cuerpo entendemos aportar equilibrio a todos los aspectos que afectan a nuestro equilibrio físico y emocional. Algunos aspectos básicos son:
  • Cuidar nuestra dieta o nutrición: es sin duda alguna una de las prioridades para nuestro organismo. Escoger una dieta equilibrada, lo más variada posible y que se amolde a nuestro clima, a nuestra constitución física y a nuestras necesidades nutricionales según nuestra actividad o requerimientos concretos.
  • El Cuidado del cuerpo relacionado con la actividad física: el hecho de que nuestro trabajo sea cada vez más sedentario y que nos desplacemos a todas parte en automóvil u otro medio de transporte hace que la mayoría de las personas necesiten practicar una actividad física extra como el deporte. La necesidad de descargar el estrés y estirar nuestros músculos hace, por suerte, que la gente vuelva a interesarse por el ejercicio físico.
  • Descansar lo necesario: parar de vez en cuando y simplemente no hacer nada es muy importante. La típica siesta española es un claro ejemplo de un remedio natural gratuito y de grandísima eficacia para nuestro cuerpo y mente. Dormir las horas adecuadas es básico si queremos sentirnos recargados de energía al despertar por la mañana.
  • Aprender a escuchar a nuestro cuerpo: cuando tenemos algún dolor, alguna enfermedad o nos sentimos mal debemos pararnos e intentar escuchar que es lo qué nuestro cuerpo trata de decirnos. A menudo quiere decirnos que no estamos descansando lo suficiente, que estamos tomando demasiados excitantes (café, alcohol, etc.) o que estamos comiendo de un modo desordenado o desequilibrado. Una vez interpretado el mensaje deberíamos decirle que no hace falta que se enferme que ya vamos a corregir ese "desajuste". Un masaje, una siesta o una cena muy ligera pueden ser un buen regalo para este cuerpo tan sufrido.
  • Necesidad de relajarnos: el deporte es sin duda una buena fuente de descarga del estrés, pero aquella persona que siente que necesita aún más cuidado del cuerpo (especialmente de su sistema nervioso) puede encontrar ayuda en alguna de las muchas técnicas de relajación que hay hoy en día (Yoga, taichi, Sofrología, Método Silva, visualizaciones, etc.)
  • Sanar las emociones: la gente interesada en el cuidado del cuerpo ya sabe que sanar las emociones es quizá lo más importante ya que es uno de los "alimentos" que más nos nutren… o nos envenenan. Es muy importante, de vez en cuando, hacer balance de nuestras emociones e intentar resolver esos temas que tenemos pendientes con familiares, amigos, compañeros de trabajo o vecinos. La culpabilidad, la ira o el rencor son casi siempre un peso que nos impide caminar o avanzar en la vida. Compartir más tiempo con amigos y familia nos hace sentirnos queridos y disfrutar también de la posibilidad de poder expresarles a ellos lo que sentimos por ellos. No es suficiente en sentirlo. Al igual que a nosotros a los demás también les gusta oír que ellos también son especiales para nosotros.
  • Alimentar nuestro espíritu: levantarnos y respirar profundamente dando gracias por el nuevo día puede ser un modo bien simple de empezar la jornada con una mejor motivación. Es muy importante cultivar nuestro crecimiento interior tratando de ser un poco mejores cada día. Sentir que somos parte del planeta y del mismo equipo que el resto de la humanidad. Tener una visión más amplia del concepto de familia y tratar a los demás como nos gusta ser tratados nosotros mismos.
El cuidado del cuerpo es una obligación moral que tenemos con esa maravilla de la creación que hemos recibido que es nuestro cuerpo. Tratémoslo con el máximo de cariño ya que es nuestro vehículo y compañero inseparable